Durante años, y día con día; compartimos horas y horas... Fuimos cómplices en la vida…tú escribiendo y yo correspondiendo a tus letras; las cuales siempre me expresabas eran provenientes solamente de tu imaginación. No obstante, esta forma de proceder; sería causa de incesantes injurias, y ataques en contra de mi persona.
Pues con el transcurrir del tiempo, se sucedieron “importantes eventos”; los cuales se salieron de todo control. Situación que al final me llevó a claudicar…concluyendo así, con toda posibilidad; de que pudiésemos continuar con nuestra jornada en armonía.
Sin embargo, la distancia e incluso la ausencia, <en mi caso>…no han sido, sinónimo de falta de amor y/o consideración…Simplemente, hay circunstancias en la vida, que nos coloca frente a una encrucijada; forzándonos a escoger la senda a seguir…Y la mía lamentablemente debía ser, en dirección opuesta a la tuya.
En mi defensa, solamente diré que enfrentarme al escrutinio de quienes poco o nada me conocen, fue sumamente engorroso y doloroso; y aunque me considero una mujer, que no fácilmente se deja doblegar…con el paso del tiempo; se fue volviendo ardua labor, exteriorizar mis sentimientos….pues todo cuanto expresaba, hiciera o dejara de hacer…era utilizado en mi contra; y al final, termine por colapsar de forma literal.
Siempre, siempre; a lo largo de mi existencia, he vivido a mi manera…más imposible ha sido, no reflexionar en el refrán que reza: “La mentira dura, hasta que la verdad florece”… Pero lamentablemente, más certero es: “La mentira dura y dura, hasta donde nadie se figura y muchas veces hasta la sepultura” Por lo tanto...la razón debía de imperar sobre el corazón.
Asimismo, debes saber que invariablemente; imposible fue no sentirte al ciento por ciento a mi lado; puesto que, durante mi “auto destierro”, seguí cada una de tus publicaciones. Al inicio Andrés me las compartía…y con el tiempo, volví a esta amada comunidad, para con infinita ilusión...tomar tus letras; y preparar los presentes que hoy te entrego.
He de confesar que algunos de tus poemas, me llenaban de alegría; ya que eran dulces y tiernos…otras un tanto atrevidos, y algunos pocos más, de condena y poco aprecio; escritos que sin duda alguna, fueron motivo de dolor y/o causa de conflictos con Andrés.
Así pues, cuando esto acontecía…sentí el deseo de marchar para siempre; sin volver la vista atrás…Pero al final, la balanza siempre se inclinó, en favor del sentimiento que nos unió; siendo la razón por la cual, ha sido el deseo de mi corazón pronunciarme en este espacio.
¡Sí! Heme aquí de nuevo, porque soy de las personas, que no cargará con lamentación alguna a la tumba; por no haber expresado en su momento...un te amo, o reconocer lo invaluable que ha sido el amor, y consideración; que desinteresadamente me han ofrendado.
Por lo antes expuesto, mi amado Enrique Nieto Rubio; deseo externar que, el casto sentir que albergas en tu corazón por mí persona…ha sido totalmente recíproco. Permaneciste fiel a mi recuerdo, y asimismo…o quizás más….con la misma devoción, tú te mantuviste presente en mi vida. Pues en la distancia y aún en “total ausencia”; estuve a tu lado infinitas horas...día con día, y muchas veces hasta el amanecer, deleitandome y trabajando en tus blogs.
Si amiguito bello; ante la imposibilidad de compartir por las mañanas, tal cual hacíamos en antaño; y con el objeto de seguir honrando tus letras; edifiqué dos páginas…construidas a partir de un espacio en blanco, teniendo así mucho que aplicarme y trabajar...con el único propósito e ilusión, que tus escritos trascendieran a través de los tiempos; y así tus hijos, nietos y todos aquellos quienes te aman; siempre puedan encontrarte.
Para concluir…cumpliendo con el refrán que reza: “Al César, lo que es del César”….Debes saber que en su inicio, este trabajo con el cual pretendo rendirte un pequeño tributo; fue una empresa apoyada por Andrés. Puesto que, aún a pesar de los desacuerdos de ayer, y para mi dolor…los de hoy en día….él siempre te ha apreciado de forma sin igual…
Sentimiento que sé, es recíproco de tu parte; pues indefectiblemente, siempre fuimos como los tres mosqueteros…con nuestro juramento: "Unus pro omnibus, omnes pro uno" <”Uno para todos, y todos para uno”> Promesa de fidelidad a la amistad, que siempre nos unió; y de la cual tengo la certeza que ¡Por siempre persistirá!
Convicción proveniente, del hecho que en el pasado, sin importar que tan fuertes fueran los vientos; al final el amor que reinaba en nuestros corazones, eternamente prevaleció…convirtiéndonos así, en... ¡Amigos para siempre!
En fin mi amado amigo Enrique, la intención de este escrito, tiene como principal objetivo; agradecerte públicamente y con toda mi alma, las muestras de afecto vertidas hacia mi persona; pues sé que tu actuar...fue causa de escarnio por igual...hacia tu persona.
A continuación, me permito insertar los links; que te conducirán a los dos blogs; que para ti...con amor edifiqué. Uno de ellos, es el principal, y el otro construido como copia de seguridad.
¡Con todo mi amor!
Silvia Regina Cossío Cámara
*Derechos Reservados*
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