Mi amor… por este sentimiento que murió casi al momento de nacer; infinitamente agradecida quedo, sencillamente porque me brindaste la oportunidad de vivir lo no soñado; sintiéndome después de muchos años, una vez más con vida y completa.
Mi amor... segura estoy que en el mundo entero, militamos infinidad de zombis; encubiertos tal cual otro ser humano común y corriente. Vamos por la vida limitadamente, avanzando con nuestra mísera humanidad: en despojos y cargas abrasadoras de dolor.
Mi amor… en el mundo existimos personas con cáncer terminal en el espíritu; más las personas no se compadecen porque no lo pueden ver. Así pues, cada golpecito por muy pequeñito que sea duele a millón... al punto que difícil se hace respirar.
Todas ellas portan un tatuaje que dice: ¡no quiero que me hagan daño nunca más! Simple y llanamente porque ¡no quiero! Pues sé… no podría soportarlo más.
Mi amor… en el mundo día con día, se experimentan con nuevas prótesis; para ayudar a personas mutiladas de sus miembros, y así puedan llevar una vida más normal.
Mi amor… en el mundo día con día, se experimentan con nuevas prótesis; para ayudar a personas mutiladas de sus miembros, y así puedan llevar una vida más normal.
Sin embargo… para quienes nos han amputado el espíritu; no queda otro camino, que seguir con agonía arrastrándonos... sin que nadie, nos pueda socorrer.
Mi amor… estas son tan sólo algunas de las razones, del por qué infinidad de personas preferimos refugiarnos en perpetua soledad; evitando así, exponernos a un intento fallido de volver a ser felices.
Renunciamos a todo lo bueno que la vida puede ofrecer; pero a la vez encerrados en nuestra coraza, sabemos que nadie volverá a hacernos dañar.
Mi amor, durante muchos años logré el éxito de mi empresa; más un día llegaste tú y a pesar que no sabías quién era, y del antagonismo que por ti profesaba; de mil formas tú persististe… Y así, sin apenas darme cuenta, poquito a poquito te fuiste metiendo en mi vida; y de nuevo mis días llenaste de esperanza, luz e ilusión.
Mi amor, aunque jamás te pedí nada; ni que reconocieras mi presencia en tu vida (esto no significa que no lo anhelara), orgulloso me presumías. Certero por igual, es que nunca pedí tus abrazos, tus caricias, tus besos y un te amo.... (más esto no era sinónimo que no pensara y soñara con ellos). Por igual ¡tú te entregaste a mí!
Mi amor… mucho menos espere me dedicaras tus más dulces versos. Solo quería que estuvieses presente, para poder escuchar tu voz de la cual me enamoré... o para contemplar tu imagen tan amada. De esta forma sentiría muy cerca de mí; sin nunca importarme el abstenerme del aroma de tu piel; o escuchar tu bendita respiración... porque la lejanía así lo imponía.
Mi amor… una leve sonrisa se esboza en mi rostro; al recordar lo mucho que me enfadabas, cuando expresabas que NO creías en el amor a distancia y mucho menos los que se cultivan a través del medio virtual.
Señalabas que nuestro sentimiento sería imposible; tal cual sucede con los amores prohibidos, soñados… y muy distantes.
Mi amor… a pesar de ello, cada tarde ansiosa esperaba para que tus pasos me encontraran nuevamente; y a tu llegada me encantaba llenarme de ti; para así, luego retirarme a encontrarte en mis sueños... Y siempre, cuando te despedías con un frío y cortante buenas noches; un pedazo de mi alma, a tu vera siempre te acompañaba.
Mi amor… algunas personas dicen que podrían morir por amor; más esto solamente sucede, cuando existen verdaderos sentimientos en el corazón. Para mi infortunio me encuentro en el punto donde me encontraste... una vez más, he perdido lo más amado, sólo que esta vez porque fue su deseo.
Renunciamos a todo lo bueno que la vida puede ofrecer; pero a la vez encerrados en nuestra coraza, sabemos que nadie volverá a hacernos dañar.
Mi amor, aunque jamás te pedí nada; ni que reconocieras mi presencia en tu vida (esto no significa que no lo anhelara), orgulloso me presumías. Certero por igual, es que nunca pedí tus abrazos, tus caricias, tus besos y un te amo.... (más esto no era sinónimo que no pensara y soñara con ellos). Por igual ¡tú te entregaste a mí!
Mi amor… mucho menos espere me dedicaras tus más dulces versos. Solo quería que estuvieses presente, para poder escuchar tu voz de la cual me enamoré... o para contemplar tu imagen tan amada. De esta forma sentiría muy cerca de mí; sin nunca importarme el abstenerme del aroma de tu piel; o escuchar tu bendita respiración... porque la lejanía así lo imponía.
Mi amor… una leve sonrisa se esboza en mi rostro; al recordar lo mucho que me enfadabas, cuando expresabas que NO creías en el amor a distancia y mucho menos los que se cultivan a través del medio virtual.
Mi amor… a pesar de ello, cada tarde ansiosa esperaba para que tus pasos me encontraran nuevamente; y a tu llegada me encantaba llenarme de ti; para así, luego retirarme a encontrarte en mis sueños... Y siempre, cuando te despedías con un frío y cortante buenas noches; un pedazo de mi alma, a tu vera siempre te acompañaba.
¡Inevitable es, no sentir que de nuevo estoy agonizando lentamente!
Mi amor… tú sabes que cuando me encontraste, mi corazón estaba muy cansado y enfermo; apenas yacía, palpitando sobre vivo fuego y hecho añicos. Sin embargo, desde el día que llegaste, juro por lo más sagrado… que hice lo mejor de mí para que sanara. Traté de vencer mis temores y olvidar mi pasado, y así construir un futuro a tu lado.
Mi amor... de nada sirvieron mis lágrimas y ruegos, para cambiar lo que nos distanciaba. Hoy mi corazón está de luto; me extiendo a mí misma, mi más sentido pésame.
Sangran las heridas de largas ausencias... de infinidad de adioses, de rabia y frustración, de sueños despedazados y derrumbados; quizás por mí. ¡Qué le vamos hacer!
Mi amor... ha sido suficiente… ¡Basta ya de mí!
Sangran las heridas de largas ausencias... de infinidad de adioses, de rabia y frustración, de sueños despedazados y derrumbados; quizás por mí. ¡Qué le vamos hacer!
Mi amor... ha sido suficiente… ¡Basta ya de mí!
Deseo que continúes con tu vida en paz; que no arrastres más con esta pesada carga.
Anhelo para ti, una dulce mujer… que pueda acompañarte en tus años de otoño; y puedas formar el hogar que tanto ansías.
El tiempo será mi mejor aliado; y lograré junto a mi familia la vida continuar.
Mi amor… despliega tus alas, vuela muy alto y libre, lejos de mis inseguridades y de mis malas estrategias en el arte de amar. Pues no tengo la menor duda, que seguiré pensando y siendo la misma, hasta el final de mis días. Permíteme descansar, porque me siento muy exhausta de todo lo acontecido, y de lo que hemos sido.
Mi amor… gracias por todo lo que fue, por lo que sé es aún en este momento, y perdón... por lo que nunca será.
El tiempo será mi mejor aliado; y lograré junto a mi familia la vida continuar.
Mi amor… despliega tus alas, vuela muy alto y libre, lejos de mis inseguridades y de mis malas estrategias en el arte de amar. Pues no tengo la menor duda, que seguiré pensando y siendo la misma, hasta el final de mis días. Permíteme descansar, porque me siento muy exhausta de todo lo acontecido, y de lo que hemos sido.
Porque mi cuerpo, alma y sentir; exhaustos se encuentran.
Siendo así, lamento informar que hoy 27 de Septiembre del 2013, a las 11:00 pm en la Ciudad de Guatemala, mi corazón para ti, declaro ¡¡Está muerto!!
Siendo así, lamento informar que hoy 27 de Septiembre del 2013, a las 11:00 pm en la Ciudad de Guatemala, mi corazón para ti, declaro ¡¡Está muerto!!
Cada quien, en su propio mundo teje su historia,
yo la había terminado hace muchos años atrás.
Mañana es un futuro donde voy con la certeza,
de no intentar robar nunca más, un te quiero...
Solamente Dios Padre, sabe si esto es por temor,
o es quizá porque me harté, y ya no quiero más.
Silvia Regina Cossío Cámara
*Autor*
Andrés Alfredo Orellana Pineda
Sir Galahanth
*Derechos Reservados*